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El cambio climático es una crisis sanitaria: Reforzar la resiliencia de Tanzania desde la base

12th Junio de 2025 | Clima y salud
En el Foro AHDA, líderes y jóvenes se unieron para hacer frente a las amenazas para la salud derivadas del clima. El mensaje fue claro: construir comunidades resilientes significa actuar con urgencia, capacitar a los trabajadores sanitarios y encontrar soluciones lideradas por los jóvenes, ahora, no más tarde.
"El cambio climático no es un momento, es un movimiento. Hay que estar preparado todo el tiempo", declaró Dr. Ntuli Kapologwe del Ministerio de Sanidad, inaugurando el Foro AHDA bajo el lema "Construir comunidades sanas y resilientes frente al cambio climático". Sus palabras imprimieron un tono de urgencia, recordando a los asistentes que la alteración del clima ya no es algo abstracto, sino una emergencia de salud pública en la Tanzania actual.
El foro convocó a una influyente reunión de funcionarios de salud pública, representantes de la sociedad civil, profesionales de la salud, planificadores regionales, investigadores y defensores de los jóvenes. Con El 56% de los brotes de salud pública entre 2011 y 2021 vinculados a fenómenos relacionados con el climaEl nexo entre la variabilidad climática y la inestabilidad sanitaria se ha hecho innegable. Los panelistas destacaron que las olas de calor, las inundaciones, las sequías y los cambios en los patrones de precipitaciones han exacerbado la malaria, el cólera, las infecciones respiratorias y la malnutrición en múltiples regiones.
Oradores Dr. Frolence Temu de Amref Health Africa, Isack Kaniki de AHDA, y Vivian Joseph del Foro de la Juventud de la SADC hicieron hincapié en que la resiliencia climática debe estar dirigida localmente y basada en la comunidad. El debate se centró en traducir la ciencia climática de alto nivel en planes de acción tangibles dentro del sistema sanitario de Tanzania, especialmente en las zonas vulnerables.
Trabajadores sanitarios comunitarios fueron identificados como actores críticos. Estos trabajadores locales de primera línea interactúan a diario con las poblaciones más afectadas por los fenómenos climáticos. Sin embargo, sólo El X por ciento afirma recibir formación sobre intervenciones de salud climáticay muchos carecen de acceso a sistemas de alerta temprana. Durante el foro, se formularon recomendaciones para integrar la formación en adaptación al clima en los planes de estudios de salud existentes, publicar aplicaciones móviles y herramientas de comunicación, y formalizar a los trabajadores sanitarios comunitarios dentro de los equipos de coordinación de salud climática.
Los participantes en el Foro instaron a los responsables políticos a integrar cartografía de riesgos climáticos en los marcos nacionales de salud pública. Sólo Y de los planes regionales de salud de Tanzania contienen actualmente una cartografía de las enfermedades sensibles al clima o mecanismos de vigilancia medioambiental. Al alinear la planificación de la salud pública con los perfiles de riesgo específicos de cada región, las autoridades pueden anticiparse a los brotes de enfermedades desencadenados por inundaciones o estrés térmico y responder de forma proactiva.
La inseguridad alimentaria surgió como una preocupación generalizada en materia de clima y salud. Los panelistas informaron del aumento de las tasas de malnutrición -especialmente entre los niños menores de cinco años y las mujeres embarazadas- en las zonas propensas a la sequía. Abogaron por promover prácticas agrícolas sosteniblesLa inversión en cultivos resistentes a la sequía y la vinculación de las iniciativas agrícolas comunitarias con las intervenciones de salud maternoinfantil. Estas estrategias contribuyen a garantizar la resistencia nutricional durante los periodos de estrés medioambiental.
El compromiso de los jóvenes surgió como un área dinámica para el desarrollo de la resiliencia. Vivian Joseph pidió que se ampliara el papel de liderazgo de los jóvenes:
"Nuestra generación está viviendo esta crisis. No solo queremos adaptarnos: queremos liderar".
El foro recomendó la creación de centros de innovación sobre clima y salud dirigidos por jóvenes, subvenciones para proyectos locales, programas de tutoría y representación en plataformas de formulación de políticas. La participación de los jóvenes no se considera opcional, sino vital para un impacto local sostenido.
El refuerzo de las infraestructuras y la planificación de la preparación ante emergencias también fueron temas centrales. Los oradores subrayaron que muchas clínicas rurales siguen sin estar preparadas para las crisis climáticas. Se recomendó reforzar las instalaciones sanitarias para que resistan las inundaciones, garantizar sistemas de energía de reserva, mejorar los sistemas de agua y saneamiento y establecer redes de derivación de pacientes para la atención de emergencia que tengan en cuenta el clima.
Representante Isack Kaniki destacó la necesidad de una colaboración a nivel de todo el sistema:
"Los ministerios responsables de sanidad, medio ambiente, gestión de catástrofes y agricultura deben trabajar juntos, utilizando datos y liderazgo local".

El foro instó al gobierno a formalizar estas colaboraciones mediante grupos de trabajo interministeriales y sistemas de datos compartidos. El control medioambiental en tiempo real, integrado con la vigilancia sanitaria, puede permitir la detección precoz de brotes desencadenados por anomalías climáticas.
Uno de los principales puntos de consenso fue la necesidad de disponer de marcos de datos desglosados. Sin información clara sobre cómo afectan los fenómenos climáticos a los distintos géneros, edades y regiones, la planificación eficaz sigue estando fuera de nuestro alcance. Sólo Z encuestas nacionales de salud incluyen actualmente indicadores relacionados con el clima junto con filtros demográficos. Se solicitó la mejora de los sistemas de recopilación de datos para supervisar las tendencias de las enfermedades sensibles al clima, los estados de nutrición y los marcadores de resiliencia a nivel comunitario.
La sesión de clausura, moderada por Aloyce Urassa de AHDA, subrayó que la resiliencia no se consigue con proyectos puntuales, sino que requiere una inversión sostenida, planificación y responsabilidad. Dr. Temu resumido:
"Los donantes y los gobiernos no pueden hablar de salud climática en abstracto. Las inversiones deben llegar al terreno, empoderando a las comunidades".
Un conjunto final de resoluciones del foro esbozó una hoja de ruta multisectorial:
1. Integración generalizada del clima y la salud en todos los niveles de la política y la planificación sanitarias.
2. Formar y capacitar a los trabajadores sanitarios de la comunidaddotándoles de herramientas e incluyéndoles en los sistemas de vigilancia.
3. Ampliar las iniciativas de resiliencia dirigidas por jóvenescon subvenciones, capacitación y participación de los responsables políticos.
4. Apoyar programas de agricultura y nutrición adaptados al clima que salvaguardan a las poblaciones vulnerables durante sequías e inundaciones.
5. Reforzar la resistencia de las infraestructurasLa ayuda humanitaria a las víctimas de catástrofes, que incluye el enriquecimiento de las clínicas, sistemas de abastecimiento de agua fiables y redes de derivación adaptadas a las condiciones climáticas.
6. Mejorar los sistemas de datos captar y analizar periódicamente los resultados sanitarios sensibles al clima en todos los grupos de población.
7. Establecer mecanismos interministeriales de intercambio de datos para permitir una planificación coordinada de la respuesta de emergencia.
Con estas resoluciones, el Foro AHDA concluyó con un mensaje unificado: el cambio climático no es un escenario futuro; es una fuerza que está remodelando la salud pública hoy. Solo a través de estrategias de adaptación impulsadas localmente, una planificación basada en datos y la colaboración intersectorial podrá Tanzania construir sistemas sanitarios informados sobre el clima y preparados para proteger a las comunidades.
Al clausurarse el foro, los delegados partieron con renovados propósitos. Las palabras de Dr. Kapologwe resumió el sentimiento:
"Nuestro sistema sanitario debe evolucionar tan rápido como cambia el clima. De lo contrario, no solo fallaremos a las comunidades, sino a generaciones".
Con este encargo, el foro pasó el testigo a los líderes, los jóvenes, los trabajadores sanitarios y las comunidades de Tanzania, instándoles a todos a convertir la ambición en materia de salud climática en acciones cuantificables.
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